Enseñanza dada por el Pastor Javier Bertucci titulada “Nunca dejes que Jesús se duerma en tu vida”

Lucas 8:22-23: “Aconteció un día, que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron. Pero mientras navegaban, él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se anegaban y peligraban”.

Las tempestades en nuestras vidas son el producto de que Jesús está dormido en nuestro corazón. Por eso tu relación con Jesús debe ser los 365 días del año, no sólo los días en los que le sirves o asistes a la congregación.

Para Satanás lo más vergonzoso es saber que fue vencido por un hombre. Jesús padecía hambre y sueño en su humanidad, pero venció el pecado en dicha condición humana. Ciertamente Él es Dios, pero también fue 100% hombre.

Por medio de la fe logró calmar las tempestades, sanar a los enfermos, y esa fe se manifiesta en nuestras vidas en la medida que nos relacionamos con Él. Podemos ejercer la fe más allá de lo común, pues es sobrenatural.

Somos cristianos para vivir una vida de fe, pues como dicen las escrituras: el justo, por su fe vivirá, y está allí para cambiar lo que vemos. Por ende, es posible que todo lo que está a nuestro alrededor cambie.

Nuestra fe debe ser ejercida y esto es posible si tenemos una estrecha relación con Jesús.