Hugo Sánchez, el legendario delantero del Real Madrid, fue homenajeado en 1997 en un evento que quedó grabado en la historia del club. Conocido como "HUGOL", su impacto en el equipo va más allá de números impresionantes. Imagina la escena: el Real Madrid buscaba un goleador tras la era de Santillana, un jugador que había anotado 290 goles y ganado 16 títulos y Hugo llegó para llenar ese vacío.
Durante sus siete temporadas, Hugo dejó una marca imborrable. Su estilo único, con volteretas y goles inolvidables, lo convirtió en un ícono. Ganó una Bota de Oro en 1990 con 38 goles en una temporada, demostrando ser un verdadero "killer". Pero más allá de las estadísticas, Hugo fue un líder que encendió la Quinta del Buitre.
El homenaje en 1997 fue una fiesta emocionante. Ante el Paris Saint Germain, Hugo brilló con un hat-trick. El primer gol cayó al minuto 16, donde simplemente empujó el balón. El segundo llegó al minuto 21 con un gol de tijera, una especialidad de HUGOL. El tercero, al minuto 67, fue un magistral cabezazo. Cada minuto que Hugo estuvo en el campo fue un espectáculo.
La victoria 4-1 resonó en el Bernabéu, y los ex compañeros de la Quinta del Buitre levantaron a Hugo en brazos en un gesto de admiración. Pero no solo eso, el estadio Santiago Bernabéu se rindió a Hugo Sánchez. La ovación fue un tributo merecido a un jugador que no solo marcó goles, sino que también dejó una huella imborrable en el corazón de los madridistas.
Este evento no solo marcó el adiós de Hugo, sino que también simbolizó el cierre de una era dorada, la era del real Madrid de los 80, un equipo que consiguió 14 títulos. El mexicano, con lágrimas de emoción, se retiró formalmente del fútbol, dejando un legado eterno en el Real Madrid. Así, HUGOL se convirtió en una leyenda, recordada no solo por sus goles sino por el impacto que tuvo en la historia del club. Su homenaje fue el capítulo final perfecto para la carrera de un verdadero ícono del fútbol.