Después de 20 años de trabajo se terminó el nuevo Corredor México–Tuxpan, siendo una de las obras carreteras más complejas en la historia de las autopistas del país y uno de los retos de la ingeniería mexicana, ya que tanto sólo el último tramo: Nuevo Necaxa –Ávila Camacho, requirió de seis años para su desarrollo.

En cuanto a los retos impuesto por la naturaleza, en cuanto a atravesar montañas y cruzar profundos barrancos, la conclusión de último tramo de 37 kilómetros del Corredor México – Tuxpan, implicó la construcción de 6 túneles gemelos.

Tan sólo el puente San Marcos, que ahora se llama “Ing. Gilberto Borja Navarrete”, es uno de los más altos del país y de la América Latina.

El corredor México-Tuxpan se consolida así como una red logística por excelencia para el transporte e intercambio de mercancías, además con el proyecto de puerto profundo de Tuxpan se incrementará su capacidad portuaria y mejoraran las condiciones de operación para recibir mayores volúmenes de carga de manera eficaz y con buques más grandes.

Más y mejores autopistas es lo que requiere México para impulsar el desarrollo económico de todas las regiones y como país seguir siendo competitivo frente a otras naciones.