Resumir la carrera artística de Ainhoa Arteta en una entrevista de media hora es casi imposible. Por eso, para esta conversación con la cantante lírica, Mara Torres ha recurrido a unas imágenes que permiten viajar por una vida tan apasionante como sacrificada. La primera, la del roble que preside la plaza de Ispaster (Vizcaya), el pueblo de sus abuelos en el que pasó muchos veranos. También la de los secadores que presidían la peluquería de su madre, en la que la propia cantante trabajó durante 10 años o la de los vaqueros de su hermano, rotos por el desgaste. "Para mí esos vaqueros representan el gran sacrificio que hizo toda mi familia para que yo pudiera seguir estudiando en el extranjero. Lo hipotecaron todo. El sueldo íntegro de mi padre era para mi carrera y con el de mi madre de la peluquería para todo lo demás", ha contado Arteta.