La reflexión final de Dante Gebel sobre arrepentirnos de los actos y seguir adelante
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 Published On May 4, 2022

La reflexión completa de Dante Gebel sobre "Arrepentirnos de los actos y seguir adelante" 

Cuenta la historia que había un faquir de la India que inventó una fórmula para hacer oro. Entonces el tipo viajaba de un lugar a otro en busca de ingenuos que estuvieran dispuestos a pagar por su milagrosa fórmula. Y cuando llegaba a un pueblo, anunciaba su oferta y enseguida la gente lo rodeaba. Echaba agua en un recipiente, agregaba un colorante, repetía unas palabras mágicas mientras agitaba el agua. Lo que hacía era distraer la atención de la gente para dejar caer algunas piedritas de oro en el recipiente. Después vaciaba el agua y "milagro". En el fondo del recipiente aparecía la pepita de oro y siempre había un gil que cae. Siempre hay uno y que estaba dispuesto a pagar para hacerse rico. Y cuando aparecía la víctima, el faquir compartía su fórmula secreta. Decía: "Usted tiene que hacer lo mismo que yo hice. Pero cuando diga las palabras mágicas no tiene que pensar, no tiene que pensar en el mono de cara colorada". Y el tipo dice: "¿El mono de cara colorada?", así preguntaba el asombroso comprador. "¿El mono de cara colorada? ¿Y qué quiere decir?". Bueno, quiere decir que si usted piensa en el mono de cara colorada, las palabras mágicas no van a surtir efecto, se cancelan. Y ahí estaba la verdad de la cosa, la trampa. Porque cuando el comprador quería aplicar la fórmula mágica, no podía sacarse de la mente al mono de cara colorada. Por eso no se producía el milagro ni aparecían las pepitas de oro, ni podía reclamar. Un perfecto ladri el faquir. 

Y bueno, esto pasa en nuestras vidas, que a veces nos concentramos tanto en nuestra falta, tanto en nuestros defectos, que a veces olvidamos de perdonarnos, dejar pasar por alto esas faltas. Entonces uno vive pensando, metafóricamente hablando, en el mono de cara colorada, y lo importante es arrepentirnos de los actos, pero no quedarnos anclados ahí, seguir adelante. Ya está. El escritor Wayne Dyer decía: "La culpabilidad quiere decir que despilfarras tus momentos presentes al estar inmovilizado a causa de un comportamiento que ya pasó, del pasado". Entonces uno tiene que aceptar que uno se equivocó y eso nos va a permitir no repetir el mismo error en el presente o en el futuro, corto, mediano o largo plazo. Entonces, si tenemos baja estima, sentimos culpa porque no hacemos nada bien. Si somos perfeccionistas, sentimos culpa porque nada nos sale como quisiéramos. Entonces, según investigaciones muy importantes, la gente lamenta más los resultados negativos por acciones realizadas que iguales resultados negativos por no realizar ninguna acción. 

Cuando se investiga el arrepentimiento y se le pregunta a la gente de qué se arrepiente más en la vida, ¿sabes cuál es la tendencia? Pero unánime, común denominador. Es la de lamentar las cosas que no hicieron. Es como que a corto plazo lamentamos las acciones. A largo plazo nos arrepentimos de las omisiones de lo que no hicimos. A la larga, cuando uno envejece, cuando está por tomarse el último tren a casa, uno dice: "¿Por qué no hice más? ¿Por qué? ¿Por qué pequé tanto por omisión?". Thomas Gilovich, de la Universidad de Cornell, afirmaba que "un 75% de la gente se arrepentía de no haber hecho algo y un 25 apenas de haber hecho algo". Y él dice que "la mayoría de las acciones sobre las que sentimos algún tipo de remordimiento, de arrepentimiento, son aquellas por las que nos sentimos responsables y que cuánto más pensamos en ellas, más nos genera sentimiento de rabia, de culpa, de vergüenza". Por eso Maquiavelo dijo: "Es mejor hacer y arrepentirse, que no hacer y arrepentirse más tarde". 

Entonces podemos arrepentirnos por lo que hicimos, o podemos arrepentirnos por todo lo que no hicimos. Y en el primer caso, ya no podemos cambiar nada de lo que pasó. Pero podemos aprender. Podemos decir: "Bueno, tropecé con esta piedra y ya está. Tomo buenas decisiones en el futuro". Y en el segundo caso, podemos seguir dándonos con el látigo, lamentando "qué hubiese pasado si...". O bien, actuar y empezar a hacer que las cosas pasen. No qué hubiese pasado. Yo creo que uno tiene que dejar darle importancia al cuándo y centrarse en el cómo. El escritor norteamericano Napoleón Hill decía: "Tu gran oportunidad se puede encontrar justo donde estás ahora mismo" . Y escucha esto. La enfermera Bronnie Ware escribió un libro Los cinco mayores arrepentimientos de las personas cuando mueren. Y después de ocho años trabajando como asistente de enfermos terminales, ella recoge toda esta información y cuenta que los pacientes a punto de morir se sinceran con ellos mismos y reconocen que hay errores que hubieran querido corregir a tiempo. Pero hay cinco áreas donde se agrupan las culpas. Esto lo hablábamos recién con Villagrán, un poco en el aire y un poco fuera del aire, que nos quedamos charlando un ratito.

¡Mirá la reflexión completa en el video!

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