En los tiempos antiguos, no existía el cerro el Avila. Los primeros habitantes de lo que hoy se conoce como Caracas vivían en un llano que permitía ver el mar Caribe.

Pero, estas gentes comenzaron a portarse mal ofendiendo así a la gran diosa del mar. La diosa, cansada del comportamiento de estas personas decidió eliminarlos para siempre.

Llena de furia, creó la ola más enorme que jamás se haya visto en el mundo y la lanzó sobre la tierra. Los humanos, aterrados al ver esto comenzaron a pedir perdón entre súplicas y sollozos.

Luego de unos instantes, no escucharon nada y, al alzar la vista, vieron que la enorme ola había sido transformada en piedra. La diosa se había compadecido de ellos perdonándole por sus malas acciones.

Luego salió el sol y un hermoso arco iris se podía apreciar en todo el valle. Los pobladores llamaron a esta montaña Waraira Repano que significa "La Ola que vino de lejos" o "la mar hecha tierra" y desde ese entonces la hermosa montaña cuidó de los habitantes de Caracas.

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