Desde la perspectiva estoica, estar soltero no es ni bueno ni malo; es simplemente una circunstancia de la vida que debe ser aceptada con serenidad y aprovechada como una oportunidad para el crecimiento personal. Los estoicos enseñan que la felicidad y el bienestar no dependen de si estamos en una relación o no, sino de nuestra capacidad para actuar con virtud, mantener el autocontrol y vivir de acuerdo con la razón.

La soltería ofrece una oportunidad para practicar la independencia emocional y para enfocar nuestra atención en lo que realmente está bajo nuestro control: nuestros pensamientos, decisiones y carácter. La verdadera paz interior no proviene de tener una pareja, sino de ser capaz de encontrar satisfacción y sentido en uno mismo y en la práctica de la virtud.

En resumen, el estado de soltería es un aspecto externo de la vida, y como tal, no debe tener un impacto desmesurado en nuestra felicidad o bienestar. Vivir conforme a los principios estoicos significa abrazar la soltería con una mentalidad de aceptación, crecimiento y autosuficiencia, utilizando este tiempo para fortalecer nuestra mente y carácter, y no depender de una relación externa para encontrar la plenitud.