SALTO DE ALTURA
¿Sabes cuál es el truco para llegar alto?

Un cuerpo y saber sacarle el mayor provecho con la técnica adecuada.

Y Jesús Dapena, el profesor de Kinesiología de la Universidad de Indiana, nos va a ayudar a mejorar nuestro salto de altura.

El récord del mundo para esta modalidad es de más de 8 pies o 2,4 metros

Y, para que te hagas una idea de qué estamos hablando...

Si te preguntas cómo es posible que alguien salte por encima de una furgoneta de reparto... No estás solo. El equipo olímpico estadounidense también quería averiguar más.

Así que, en 1991, contrataron a un grupo de científicos para que acompañaran a los atletas y estudiaran sus saltos.
Éstos filmaban desde dos ángulos de cámara distintos, luego digitalizaban manualmente el cuerpo del atleta y, con ayuda de un software especializado, reconstruían en 3 dimensiones el salto.

Con el modelo informático, los científicos podían interpretar los movimientos hasta el máximo detalle posible y descubrir así los trucos de los más excelentes atletas.

La técnica en el salto de altura ha evolucionado a lo largo de décadas.
La tijera, el rollo, la silla...

Pero a finales de los 60, este chico, hizo algo inaudito hasta entonces.

En aquel entonces, la silla era la técnica favorita de los saltadores. ésta consistía en pasar rozando la barra con el abdomen... pero Dick Fosbury hizo, precisamente, lo contrario: saltar de espaldas y con la cabeza por delante.

Al principio, la gente no le prestó mucha atención, atribuyendo su técnica a un manierismo... pero todo cambió cuando, en los Juegos Olímpicos de México, ganó el oro. Y, claro, el interés general por su técnica creció varios órdenes de magnitud.

El dr. Dapena también practicaba este deporte aquí puedes verlo en esta imagen y, cuando vio la nueva técnica la probó de inmediato: ¿Por qué funcionaba tan bien? Era la pregunta que se hizo.
Esa pregunta fue la que le acabaría dando sentido a toda una vida dedicada a la biomecánica.

Y aquí, la receta para el perfecto salto de altura:
Lo más importante es la velocidad de salida. Tienes que lanzarte velozmente hacia la barra y, el último paso, debe colocarse por delante del cuerpo. Lo que se consigue así es reducir el MOMENTO del cuerpo lo que requiere una enorme fuerza en los músculos de la pierna. Y aquí entra la ley de acción y reacción de Newton: cuanta más fuerza hagas tú contra el suelo, más fuerza hará el suelo contra ti... y, claro, de eso se trata, de salir disparado del suelo hacia las alturas.

Pero atento, las demás extremidades también ayudan. Elevar los brazos y la otra pierna, por el mismo principio de acción y reacción, ayuda a comprimir, todavía más, tu otra pierna contra el suelo.

No hemos acabado todavía. El saltador tiene que acercarse a baja altura a la barra. ¿Por qué? Imagina que el saltador es un proyectil y, en este caso, recordemos las bolas de cañón de Galileo. El proyectil describirá una parábola determinada por su centro de masas... es decir, el lugar promedio de la masa de nuestro cuerpo.

Pero cuidado, el centro de masas solo no garantiza nada, sino mira cómo este saltador falla...

Por eso debes colocarte horizontal.
El truco es curvar tu cuerpo para que tu centro de masas pase por debajo de la barra PERO tu pelvis esté por encima. Eso sí, claro, suponiendo que eres capaz de hacer una tijera con las piernas en mitad del salto.

¿Tienes la receta a mano? Bien pues... ahora solo tienes que cocinarla en... UN SEGUNDO.
Porque ese el tiempo que se tarda en realizar el salto.

Lo curioso, por último es que, en ese segundo, no se decidirá tu salto. Para cuando abandonas el suelo, la trayectoria está decidida por la carrera anterior.

A pesar de lo espectacular que es el momento en el que el atleta supera la barra... La parte interesante ya ha sucedido antes en la carrera hacia la barra.

Producido por Flora Lichtman para Science Friday
Traducción y locución por Luis Quevedo
www.sciencefriday.com/espanol