¿Sabías que la sal, uno de los elementos más comunes en nuestra vida, tiene un profundo poder espiritual según la Biblia? Mucho más allá de ser solo un condimento, la sal ha sido utilizada durante siglos en rituales sagrados y ceremonias, con el potencial de romper maldiciones familiares y limpiar energías negativas. Pero, ¿qué nos revela la Biblia sobre este mineral?

Desde los tiempos de Moisés, la sal ha sido un símbolo de pacto eterno entre Dios y Su pueblo. En el libro de Levítico, Dios ordena que todas las ofrendas sean acompañadas con sal, un recordatorio de la pureza y la permanencia de Su alianza. Además, el profeta Eliseo utilizó la sal para purificar las aguas de Jericó, eliminando una maldición que había azotado a la ciudad. Entonces, si la sal tiene el poder de purificar y proteger, ¿cómo podemos nosotros usarla para romper maldiciones que se han perpetuado a lo largo de generaciones?