A nivel mundial la escasez hídrica se va acentuando, la siembra de especies nativas como el quinual, kiswar, aliso y otros; se hace necesaria y urgente. La reforestación con especies nativas, debería ser parte de una política pública, principalmente en las cabeceras de cuenca; a fin, de incrementar las reservas hídricas para las ciudades y la agricultura. Urge revisar los lineamientos, las políticas respecto de la conservación del medio ambiente y la biodiversidad; que combinen soluciones financieras con soluciones ambientales.
Los hermosos Polylepis comúnmente llamados queñual, queñua o quewiña, especie​ nativa de los Andes Tropicales, que pueden crecer hasta sobre los 5,200 m.s.n.m.; capaces de resistir el frío más intenso. El nombre Polylepis deriva de dos palabras griegas, poly (muchas) y letis (láminas), refiriéndose a la corteza compuesta por múltiples láminas que se desprenden en delgadas capas.
Nuestros antepasados conocían su gran valor y protegieron las cabeceras de cuenca con queñuales. Importantes captadores de agua del aire y la niebla que es infiltrado a la capa freática, permitiendo alimentar los acuíferos y riachuelos en las partes bajas. Controlan la erosión del suelo y las fertilizan. Generan microclimas favorables. Protegen la biodiversidad.
¡¡SEMBREMOS ÁRBOLES NATIVOS, COSECHEMOS AGUA!!