Roman Pearce es uno de los personajes con mayor carisma de toda la saga. Y ya desde la segunda película, su ingreso a la franquicia fue más que remarcable. No solamente por su carácter, intrépido y divertido, sino por el auto que manejaba. Un Mitsubishi Eclipse Spyder.
Modelo que resulta ser bastante controversial. No solamente después de 20 años, sino también en la época que fue creado. Varios de los autos de estas primeras películas fueron modificados de una manera y con un estilo, que si se hicieran hoy, serían considerados una aberración. La cosa con este eclipse es que mucha gente perteneciente a la cultura automotor de la época, lo consideró fuera de lugar. Y motivos tenían. Uno sin embargo, lo termina recordando con cariño, puesto que fue Roman Pearce, o Tyrese Gibson, el que le contagió su personalidad al auto, y al final de cuentas, lo terminó volviendo icónico.