En el rico mosaico cultural de nuestro estado, una de las fechas más importantes para muchos de nuestros pueblos es el 14 de septiembre. En este día, los campesinos se dirigen a sus parcelas para cumplir con una tradición ancestral: El Xilocruz.

En esta ocasión, nos encontramos en la localidad de Carrizalillo, en la Zona Centro del Estado de Guerrero. Aquí, decenas de familias acuden a sus tierras de cultivo, dispuestos a llenar el aire con el dulce aroma del copal y adornar el perímetro de sus siembras con flores de pericón.

A partir de esta fecha, ya hay elotes listos para la cosecha, y durante la celebración se preparan hervidos con tequesquite. Además, se elabora el tradicional elopozole, un platillo que mezcla granos de elote con chiles rojos y carne de pollo o cerdo. Familiares y amigos se reúnen, invitados por el dueño de la siembra, para compartir esta festividad.

Sin duda, esta ha sido una de las experiencias más significativas que hemos vivido en nuestro estado. Cada día me sorprende más el vasto abanico de creencias, costumbres y tradiciones que nos ofrece. Espero que disfruten de esta experiencia tanto como nosotros lo hicimos.