Alguien dijo en una ocasión: "Observar la creación de Dios puede inspirar una mayor reverencia hacia Dios y su obra. El esplendor de la naturaleza sirve como un recordatorio de Dios, y en la naturaleza, rodeados por su creación, podemos sentirnos más conectados con Dios. Cuando veneramos cualquier aspecto de la creación de Dios, ya sea la naturaleza u otra persona, reconocemos la importancia de lo que Dios creó y admiramos al Creador. Al final, “toda la creación verá a Dios entronizado en majestad. ¡Santo, Santo, Santo es el Señor!”. Bendiciones.

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