Le abrió las puertas a un vagabundo... y terminó destruida por su traición
Henry RD Henry RD
168K subscribers
1,059 views
26

 Published On Sep 9, 2024

Esta señora, conocida en el vecindario por su bondad, nunca había dudado en tender una mano a quien lo necesitara. A pesar de no tener grandes riquezas, siempre encontraba una manera de ayudar. Era viuda, vivía sola, y su vida, aunque sencilla, estaba llena de pequeños actos de generosidad. Sus vecinos la respetaban y sabían que podían contar con ella para lo que fuera. Esa tarde en particular, mientras volvía de hacer sus compras en el mercado, vio algo que le rompió el corazón.

Allí, en una esquina, bajo la sombra de un árbol marchito, un hombre se acurrucaba en el suelo, sucio y con la ropa hecha jirones. Estaba cubierto con una manta rota que apenas lo protegía del frío que comenzaba a instalarse con la llegada de la noche. Su rostro, surcado por las arrugas del tiempo y las marcas de una vida difícil, apenas levantaba la vista. La señora se detuvo frente a él, observándolo con compasión. Era evidente que aquel hombre no había tenido un lugar donde dormir en mucho tiempo. Su piel estaba pálida, sus ojos perdidos en la nada, como si la esperanza se hubiera esfumado hacía mucho tiempo.

La señora se acercó lentamente y le ofreció una sonrisa cálida, como las que solía regalar a todos aquellos con los que se cruzaba. No le importaba si lo conocía o no. El dolor en su rostro le bastaba para saber que él necesitaba ayuda.

—¿Tienes hambre? —preguntó con voz suave, arrodillándose junto a él.

show more

Share/Embed