Los aviones fueron del modelo Max, y un 737-900ER.



Fuente: el preferente
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Inédito lo acontecido en Alaska Airlines. Dos de sus aviones sufrieron el mismo incidente en un abanico de seis minutos mientras iniciaban su carrera de despegue. Los hechos tuvieron lugar a finales del pasado mes de enero, pero los motivos se han conocido esta misma semana.

Según cuenta Transponder 1200, el primero fue un Boeing 737 Max, que partía desde Seattle hacia Hawái. Tras realizar la rotación, los pilotos y las tripulación sintieron un estruendo en la parte trasera de la aeronave, que terminó siendo un “tail strike” con la pista. (Alaska Airlines sorprende al comprar 52 Boeing 737 Max)

Pese a ello, se realizó el ascenso, aunque tuvo que ser abortado cuando se encontraba a unos 14.000 pies de altura. Se informó a la CTA del problema, y 40 minutos después, volvió a aterrizar en Seattle de manera normal.

Pero lo más curioso es que, mientras se estaba reportando ese problema, un Boeing 737-900ER sufrió el mismo problema. También tuvo lugar durante la rotación, y la situación fue completamente idéntica. El ascenso se detuvo en este caso a los 3.000 pies.

Tras sendos problemas, la aerolínea decidió suspender los vuelos de toda su red de rutas. Ahora, la investigación ha resuelto que se produjo un error en el software que envía datos a los TCP. El sistema estaba defectuoso y los datos transmitieron una información incorrecta, lo que ocasionó que la configuración de despegue no fuese la óptima.

Fuentes cercanas a la compañía culpan al software DynamicSource. El envío erróneo de datos provocó que las aeronaves contasen con demasiada potencia durante la rotación, y la realizasen mucho antes de lo debido. Por suerte, no hubo ningún daño que lamentar.

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