Hace no mucho, cuando un órgano o tejido se dañaba solo había dos remedios: trasplantarlo de otro paciente o realizar un injerto del propio paciente. La ingeniería de tejidos o tisular está abriendo un nuevo campo en la medicina y en la forma de curar con la fabricación de tejidos, mediante cultivos celulares del propio paciente. Esta nueva técnica está permitiendo crear tejidos sencillos como por ejemplo córneas artificiales o piel artificial, pero ya se está experimentando con otros más complejos como un hígado, un riñón o un corazón. La ventaja de esta técnica es que al construir órganos con las mismas células del individuo no se producen rechazos en el paciente. Conocemos a un grupo de científicos de la Universidad de Granada, pioneros creando tejidos orgánicos artificiales, que ya han implantado en pacientes con gran éxito.

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